miércoles, 20 de mayo de 2009

Has aparecido

-Nunca llegué a pensar que podría conocerte, en serio; por eso igual estoy un poco nervioso.
-Tranquilo, es normal, después de tanto tiempo evitándome ahora ya no sabes cómo mirarme.
-No es que te evitara, es que creía que nunca nos conoceríamos, que nuestras vidas jamás se cruzarían. No me lo había planteado...
-...hasta ahora? qué te ha hecho cambiar de opinión?
-No es que haya cambiado de opinión. Ya te digo que nunca entrastes en mis planes, pero poco a poco mi vida se ha ido llenando de circunstancias que me han acercado a ti.
-Bueno, supongo que he de felicitarte. Muchos quieren acercarse y pocos llegan.
-Pero no te he buscado, he llegado hasta aquí sin proponérmelo.
-Es el camino.
-Y ahora que te conozco, qué de hacer?
-Conservarme.
-Te refieres a que he de conservarte como se conserva a unos viejos pantalones?
-Hombre, yo no lo diría así; más bien conservarme como quien conserva una buena salud.
-Una vez recobras la salud es cuando más la valoras, verdad?
-Eso sería saber valorar algo que ya tienes; me refiero a saber mantener algo que has descubierto porque ya no puedes vivir sin él.
-Crees que ya no podría vivir sin ti?
-Creo que vivir infeliz después de haber conocido la felicidad ya no es vivir.
-He vivido toda mi vida sin saber de ti.
-Cierto, pero me has conocido.
-Por eso estoy tan nervioso, porque igual tienes razón.
-Es normal.
-Espero poder seguir viéndote.
-Mientras tanto, lo sabrás.

Hablando con la felicidad.

No hay comentarios: