sábado, 30 de mayo de 2009

El deseo de ser normal

Muy buenas tardes por la mañana.

Me dirijo a ustedes porque no sé a quién he de acudir, y como en una primera instancia veo que se atendieron a mis peticiones vuelvo a molestarles para que deshagan mis deseos. No todos, solo el último, que me salió rana (aunque a ver quien es el listo que sabe lo que quiere).

Hace algún tiempo, quizás dos, les pedí por favor que no me dejaran enfermar nunca más. Verán, mi misiva fue escrita tras una indisposición y a bote pronto, nada más lejos de la objetividad. La verdad es que soy muy mal enfermo y pude llegar al punto de exagerar un poquito. Acostumbrado a que nadie me haga caso (de hecho no tengo ni DNI, ni me hacen encuestas telefónicas, ni los coches se paran al cruzar los pasos de peatón) no esperaba tal resultado, pero mirando hacia atrás parece ser que no he vuelto a coger un simple resfriado, ni venéreas, ni almorranas, ni siquiera me he tropezado más, y hasta he recuperado vista y altura. Como empiezo a estar muy cansado de estar siempre verde y fresco cual pepino me dirigía a ustedes para que me volvieran al estado anterior, a saber el de ser vulnerable pues es muy duro ver que los demás se cogen días por baja y llegan a viejos y yo no.

Sé que su empresa se dedica a fabricar palos de bandera (mástiles o soportes como ustedes prefieren decir) que nada tiene que ver con dar o quitar un deseo a un infeliz, incluso a alguien que ni existe para los demás. Pero ya les digo que si pueden hacer algo por revertir la situación les estaré muy agradecidos. De hecho había pensado en hacer una aportación a la fundación que tengan adoptada o enviarles un salchichón de mi pueblo, que está muy bueno según dicen.

En cualquier caso si no pueden hacer nada, o la persona encargada de otorgar/derogar deseos está de baja u ocupada, agradecería que me lo comentaran para ver si puedo hacer algo por otra parte, que seguro que empresas las hay a miles, y más en otros países.

Ah, y si encuentran mi primera carta, destrúyanla que a lo mejor consigo ponerme enfermo así. Cuenten con el salchichón en ese caso.

Buenas noches por la tarde.
Agradecido, otra vez yo.

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